Hoy a la mañana, un loco que manejaba mamado por la Ruta 256 perdió el control y terminó en una zanja de Trevelin.
Cuando llegó la cana, el borrachín que manejaba tenía una herida en la nariz y un olor a escabio que no tenía nombre.
Resulta que esta zanja era un canal de riego. Por suerte, no terminó flotando en el agua.