En la madrugada del domingo, se picó mal en Rifleros y Costanera, en Trevelin, donde dos familias se desconocieron y terminaron en una batalla campal.
De las quince personas que estaban combatiendo en medio de la noche, tres terminaron apuñaladas; de los que dos terminaron en el Hospital de Esquel.
Según dijeron los vecinos, el bardo venía desde hace tiempo, pero el alcohol lo puso al frente.