Hoy, el Gobierno puso el gancho a través de una resolución firmada por Pato Bullrich, y ahora, los presos de cárceles federales van a tener que hacer las tareas de mantenimiento y limpieza de manera obligatoria, con el fin de evitar la “ociosidad en las cárceles”.
Los presos no van a cobrar un mango por estas tareas, y se llevarán a cabo durante un máximo de cinco horas diarias.
Las funciones corren desde reparación de celdas, el mantenimiento de las instalaciones y la limpieza tanto de los espacios privados como de los pabellones.