Ayer, a la tarde-noche, un chabón clavó 3.33 g/l en el test de alcoholemia y rompió el récord después de hacer una maniobra horrenda y dejar el auto colgando.
Todo pasó en la calle Reconquista, en Kilómetro 5. Cuando llegó la cana junto a Tránsito y le hicieron el testeo, se arrebató de bajarse del auto.
Minutos después cedió, se comió la multa y le secuestraron el auto.