Un trabajador de un frigorífico sufrió una fractura de la nariz, cuando un cordero congelado, al deslizarse del riel, impactó su rostro y le dio pérdida de conocimiento y amnesia temporal.
Días después, una caja pesada golpeó nuevamente su nariz ya fracturada, agravando su estado.
Este loco, de Cipoletti, hizo una demanda y ahora será indemnizado por incapacidad, que equivale a 53 veces su ingreso base mensual.